Post-Balloon
- Alejandra Celis Vargas
- 18 may 2016
- 2 Min. de lectura
Hace 18 días finalizó el Balloon Argentina, sigo con resaca o mejor dicho guayabo, pero más agradecida que nunca por haber tenido la oportunidad de hacer parte de la experiencia, feliz y con una voz en mi interior que grita "SI SE PUEDE"
La experiencia Balloon es como el amor “que no sabes en lo que te estás metiendo pero aun así corres a encontrarlo”.
El mes de Balloon Argentina 2016 fue intenso en experiencias, actividades, aprendizaje y, sobretodo, en emociones. Antes de llegar a Buenos Aires pensaba que en este mes lograría resolver algunas inquietudes que rondaban por mi cabeza; ahora que termino me doy cuenta que tengo todavía más preguntas y me doy cuenta que las respuestas que buscaba ya no me interesan; he llegado a pensar que éstas llegarán por otro medio: el tiempo. Ahora valoro más todo lo compartido y me siento agradecida por todas las personas que abrieron sus corazones y compartieron sus historias.
Soy Alejandra Celis Vargas, diseñadora industrial de Bogotá, Colombia, tengo 25 años, y hoy siento mi corazón latir más fuerte gracias a todas las personas que conocí gracias a esta experiencia y por ver cómo la pasión por nuestros sueños nos mueve a diario y hace que nos levantemos cada día a vivir con intensidad, a entregar todo e inclusive mucho más.
Los emprendedores me han enseñado que emprender no depende de cuánto tienes o qué tan clara es tu idea; sino de querer hacerlo, de confiar en ti mismo y creer que vivir de tu pasión es posible. Su valentía y fortaleza ha sido inspiración para todos nosotros y es la motivación para volver a nuestros países y emprender sin miedo nuestros proyectos, mover el cambio que queremos ver en nosotros, en nuestros países y en el mundo.
La experiencia Balloon también me ha enseñado que no somos tan diferentes como creemos; si bien nos separan nacionalidades, acentos y dialectos, poder adquisitivo, formas de vestir y un sinnúmero de cosas más; en el fondo nos une lo más esencial, la pasión, vida y amor; somos personas diferentes pero con los mismos problemas, miedos y sueños, somos Colombia, Costa Rica, México, Venezuela, Chile, Paraguay, Guatemala, Bolivia, Argentina; somos Latinoamérica; somos gozadera y nos necesitamos más humanos y más unidos. Por eso después del Balloon espero que nuestros caminos, no solo se hayan cruzado, sino que se entrelacen.
En definitiva, creo que simplemente viene un mundo de posibilidades para todos, para ser y hacer aquello que mueve nuestras almas y nos llena de emoción, porque si nuestros emprendedores son tan fuertes como para luchar por sus sueños, pararse en un escenario y contarle al mundo su historia; nosotros como fellows también tenemos la fortaleza de hacer nuestros sueños realidad, levantarnos cada día del resto de nuestras vidas con la convicción de ser el cambio que el mundo necesita, y tener la virtud de, como decía Cerati, sacar belleza de este caos.
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